El Tsuki de Shigeru Egami, Primera Parte

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Maestro Shigeru Egami

El Tsuki de Shigeru Egami

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El uso del tsuki (golpes) ha cambiado completamente. En aquellos días golpear era diferente según se aplicara a fundamentales (Kihon), Kata o Kumite (combate). Había alguna semejanza entre Kihon y Kata, pero de todas formas como en una Kata hay cambios de postura y dirección, es difícil golpear igual que en Kihon (la ejecución de acuerdo a Kihon es más difícil). En el caso de entrenar, particularmente, de entrenar libremente, el tsuki es totalmente diferente al realizado en Kata o Kihon. Si el oponente está entusiasmado, la calidad también será diferente.
Un gran defecto de nuestra práctica, fue el carecer de un estudio serio de temas tan importantes en las Artes Marciales como el ritmo, tiempo (sentido de oportunidad) y distancia (Choshi, Hyoshi y Ma No Torikata). Además leímos sobre respiración (Kokyu) y energía vital (Ki) en libros, y nos sentimos llenos de verguenza por nuestra ignorancia. Entender el verdadero sentido de estas palabras fue tan difícil como encontrar una aguja en un pajar.

Yo me preguntaba ¿por qué todo el mundo practica sus tsuki con total confianza en sí mismo, cuando sus golpes podrían no ser efectivos? El engreimiento podía ser una respuesta, ya que cada persona podría creer fácilmente que sus golpes eran un poco mejores que los de sus compañeros. Por ejemplo, si una persona se deja golpear en el estómago y el que golpea se queja de su muñeca, el otro podría pensar que en su caso no se habría quejado de la muñeca pues él había entrenado más duro.

Acabé creyendo que mi forma de pensar sobre la fuerza (poder) era errónea, pues el poder para mi había significado el del cuerpo y los brazos y debería haber considerado el poder del cuerpo como unidad. Hablamos de poder corporal y espiritual cuando lo que hemos de conseguir es una total armonía entre el cuerpo y el espíritu.

Después de la Segunda Guerra Mundial, volví a Tokio y me encontré con algunos amigos que me llevaron a un Dojo de Karate. Lo que vi me sorprendió mucho. Los movimientos y las formas de los practicantes eran como una escala reducida de los practicados en los primeros tiempos.

Entonces en 1952 ó 1953, un colega me mostró una manera efectiva de golpear. Me quedé atónito. La diferencia no estaba en la forma, que era sólo un poco diferente, sino en el concepto. De hecho, rompía con todos los precedentes. Me hice la idea de comenzar de nuevo y practicar de este modo. Mi manera de practicar había sido completamente alterada, cambiando movimientos tiesos (duros) como Pinocho, a movimientos rítmicos. Sólo alcancé buenos resultados después de meses y meses de estudio con el joven karateka. Los jóvenes hacían progresos más rápidos, y quedaba claro que tenía mucho que aprender de ellos.

Entre los problemas que estudié y que a veces tenía que estudiar y estudiar de nuevo, estaba el de cómo evitar daño a la muñeca, codos y hombros. La primera cosa que averigué es que el cuerpo humano, siendo un objeto viviente, es muy elástico. Si concentramos el poder en la muñeca, el codo o el hombro, retornará al punto de concentración. Si alarga sus codos o estira los hombros, el poder se escapará en esos sitios. Se pensó que las muñecas podrían ser entrenadas practicando Uraken, pero no es verdad.